¿La familia? Mejor las familias

Sabemos que no hay dos familias iguales. Nos lo dice nuestra intuición y nuestra experiencia. De hecho, esta es la razón por la que jamás diseñamos dos cocinas iguales. Pero, inmersos en dos sucesivos procesos electorales, observamos que muchos políticos, muchos medios de comunicación y muchos opinadores hablan de la familia en singular, como si solo existiera un modelo. Igual pasa con la publicidad, que solo presenta este modelo familiar.

Nosotros nos hemos parado a pensar, ¿hay un modelo mayoritario de familia actualmente en España?

La familia de los anuncios frente a los datos oficiales

Si nos fijamos en la publicidad o en las imágenes que ilustran los artículos de prensa cuando se habla de familia, el modelo ofrecido parece único: mamá, papá, una niña y un niño. ¿Esto es real? Nosotros sospechamos que esta fotografía es solo un mito, así que recurrimos a los datos oficiales. Y, sí, según indica el Instituto Nacional de Estadística, las parejas con hijos son seis millones de hogares y constituyen el grupo mayoritario en nuestro país. Pero resulta que, frente a ese modelo hay otras muchas tipologías y suman muchos más hogares. Le ponemos cifras: en nuestro país existen también:

  • Alrededor de cinco millones de personas que viven solas
  • Unos cuatro millones de hogares formados por parejas que conviven sin hijos
  • Cerca de dos millones de mamás o papás sin pareja y con hijos

Vaya, que el retrato tipo hecho por la publicidad deja fuera a demasiada gente.

Muchos cambios en pocas décadas

Este es el mapa global que nos ofrecen las cifras oficiales. Pero realmente nos dan poco detalle de los cambios tan profundos que se han producido en las últimas décadas en nuestra sociedad. Son cambios que tienen que ver con la longevidad, con las rupturas matrimoniales y, en definitiva, con una concepción más abierta de lo que es un hogar. Destacamos solo algunos fenómenos:

  • Los hijos se van más tarde de casa… y en ocasiones regresan. Por eso nos encontramos parejas que habían soñado que, cuando su nido se vaciara, se mudarían a un pequeño apartamento. Y, a la hora de la verdad, quieren mantener una casa familiar de buen tamaño y muy abierta para esos hijos que no terminan de marcharse.
  • Los jóvenes comparten piso por necesidad. Y a veces, por gusto. Convivir con amigos es, casi siempre, una necesidad a la que obliga el precio del suelo en las grandes ciudades. Pero también encontramos a quien ha hecho de este su estilo de vida: más espacio por menos precio.
  • Las parejas se separan, sí. Pero también se reconstruyen. Y eso da lugar a nuevas familias, nuevas relaciones y nuevas necesidades. Tenemos parejas que comparten custodia y en cuyos hogares una semana viven dos y la siguiente cinco. Nuevas parejas en las que conviven hijos de veintitantos con bebés… ¡no existe un modelo fijo!
  • Los mayores no quieren residencias, quieren compartir sus vidas. Al este nuevo fenómeno lo llaman cohousing y es un modo diferente de afrontar la vejez en compañía de colegas con los que compartir las nuevas necesidades.

Cocinas para solteros. Cocinas para cocinillas con hijos. Cocinas para familias numerosas. Cocinas para parejas con perro. Cocinas para mayores que comparten piso. Hay muchas formas de abordar el diseño de una cocina. Pero no hay recetas. Porque cada familia es única.

Enlace http://www.ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadistica_C&cid=1254736176952&menu=ultiDatos&idp=1254735572981