Cocinas y decoración: el valor de los espacios vacíos

Cocinas y decoración: el valor de los espacios vacíos

Cada metro cuadrado cuenta. Lo sabemos. Por eso es una tentación llenar cada pared y cada rincón de la cocina familiar de mobiliario: contenedores donde iremos depositando todo nuestro ajuar, casi toda la historia de nuestra vida. Y allí donde no se puede poner un mueble, ubicar una estantería, un botellero, etc. Por no hablar de las bancadas convertidas en exhibidores.

Sin embargo, queremos haceros reflexionar sobre esto: el espacio vacío no es necesariamente un espacio por rellenar, sino que tiene un valor especialmente importante en decoración. Igual que el silencio en la música, contribuye a crear ritmo, a generar personalidad y, en definitiva, a hacer de la cocina un lugar más placentero.

Aquí os dejamos unas cuantas ventajas sobre cocinas que incorporan espacios vacíos

Ayudan a generar contraste

Las zonas libres de información o elementos nos permiten jugar con la idea de crear acentos visuales. ¿Cómo? Al incorporar espacios vacíos en nuestras cocinas, dirigimos la atención a aquellas áreas que sí están cargados de información y focalizar la mirada en los puntos que nos interesa resaltar.  Aunque parezca mentira, un área neutra es más importante de lo que creemos, pues sirve como herramienta para dar más relevancia, significado y contenido al resto de la decoración.

Permiten mantener la pulcritud

Otro punto importante es que la cocina familiar debe estar siempre limpia y, si uno tiene muchos objetos que acumulan grasa, puede ser poco práctico. Por eso, tenemos que pensar en maneras que simplifiquen la organización de los elementos de cocina y reducir al mínimo los objetos que estén sobre la mesada de forma permanente o se exhiban sobre estantes.

Cocinas y decoración: el valor de los espacios vacíos

Resultan más prácticas

En la cocina estamos en contacto con aceite hirviendo, fuentes calientes, utensilios filosos o electrodomésticos delicados. El área de trabajo debe estar despejada y nos debe permitir desplazarnos de un lado para el otro sin tirar nada y ensuciando lo menos posible. Aquí otra razón para reservar en las cocinas espacios despejados y libres de elementos que, a fines prácticos, podrían entorpecer nuestras tareas.

Alivian la carga visual

Si consideráis, igual que nosotros, que la cocina familiar es un espacio de relajación donde se comparten momentos de intimidad, parece lógico buscar un espacio que nos transmita liviandad y claridad mental.

¿Qué os parece? ¿Listos para jugar aligerar la carga visual de vuestras cocinas?