La receta de nuestra salsa de tomate llegó de Sicilia de la mano de nuestra amiga Manuela, una sevillana afincada en Palermo. Y no puede ser más simple: se toman los mejores tomates de pera de la temporada, se pelan y cortan en cuartos y se ponen en una cazuela a fuego bajo que se remueve de vez en cuando. ¿Cuánto tiempo? Hasta que el conjunto se ha reducido a la mitad, o sea, unas cinco horas. Luego se pasa por el pasapurés y se conserva en botes de cristal al baño de maría. ¡Simple y deliciosa!
Sí, podríamos comprar una salsa de tomate seguramente tan buena como la nuestra, pero ¡no sería lo mismo! Y lo mismo nos sucede cuando nos hemos animado con las mermeladas o los chutneys. ¿Conocéis ese sentimiento? Por supuesto.
La satisfacción personal
Hace unos años, un grupo de investigación de las universidades de Harvard, Yale y Duke quiso analizar hasta qué punto el esfuerzo que ponemos en hacer algo con nuestras propias manos agrega valor al producto resultante. Y sus conclusiones fueron definitivas. Los investigadores comprobaron que el hecho de implicarse en la elaboración de algo proporciona satisfacción personal y, lo que es más importante, provoca que las personas den más valor al resultado. Los psicólogos confirmaron con sus experimentos que una persona incrementa el valor de aquello que crea con sus propias manos porque ese objeto o ese producto lleva algo de uno mismo. Y que hacer las cosas por uno mismo, refuerza el sentimiento de orgullo y de capacidad. Mejora la autoestima.
Más allá de la satisfacción personal
Nosotros solo nos animamos con las conservas en vacaciones. Es un día de trabajo intenso y, al mismo tiempo, una fiesta singular. Es una ocasión única para compartir un trabajo manual, para inventar propuestas novedosas (¿y si a este bote de tomate le añadimos un poco de orégano?) y para pensar en la familia y en los amigos que, invariablemente, vienen luego probar los resultados.
Dicen los antropólogos que todos los seres humanos tenemos muy arraigado el convencimiento de que más esfuerzo equivale a más calidad. Será por eso por lo que disfrutamos tanto haciendo algunas (pocas) conservas como regalándolas luego. Por eso te animamos a disfrutar de su elaboración y de los resultados.